sábado, 8 de septiembre de 2018

C1. BREVE HISTORIA DE LA ALSACIA

Prehistoria
Alsacia fue habitada desde el paleolítico como testimonian los importantes yacimientos de la comuna de Achenheim. A partir del año 1500 a. C., los celtas comenzaron a establecerse en Alsacia como agricultores, asentándose conjuntamente con migraciones precedentes de iberos orientales y líjios.



Periodo romano: integración en la provincia de las Galias
La invasión de Alsacia por el caudillo suevo Ariovisto provoca la intervención de Julio César y el asentamiento hacia el año 58 a. C. de los romanos, quienes construyeron fortificaciones y campos militares a lo largo de la frontera o limes del río Rin, y que evolucionaron más tarde en varias comunidades que han sido habitadas constantemente hasta los tiempos modernos. Es el caso de la misma Estrasburgo, que se desarrolló a partir del campamento militar de Argentoratum.

Invasiones germánicas y reino Franco
Durante el declive del Imperio Romano de Occidente, Alsacia fue ocupada por los alamanes en el siglo V que, dedicados a la agricultura, se instalaron principalmente en las tierras llanas, y su idioma constituyó la base para el dialecto alsaciano moderno. Tras el paso de los hunos, que destruyeron varias ciudades, los francos merovingios expulsaron a los alamanes, integrándose entonces en parte del Reino de Austrasia. Alsacia permaneció bajo control de los francos occidentales hasta la división del reino en el año 843 en virtud del Tratado de Verdún.

El Sacro Imperio
Durante la Edad Media se construyeron numerosas fortificaciones sobre puntos elevados de los Vosgos en la proximidad de la Planicie de Alsacia para vigilar y controlar las vías de comunicación que desde antiguo atraviesan Alsacia de norte a sur.

Con el tiempo, Alsacia se convirtió en parte del Sacro Imperio Romano Germánico y fue bajo la administración de los Habsburgo de Austria cuando todos los derechos sobre Alsacia fueron cedidos a Francia tras concluir la Guerra de los Treinta Años en 1648. Anteriormente, Alsacia había experimentado gran prosperidad durante los siglos XII y XIII durante el reinado de los emperadores Hohenstaufen, pero esta prosperidad vio su fin en el siglo XIV debido a una seguidilla de duros inviernos, malas cosechas y la peste bubónica. Las duras condiciones fueron atribuidas a los judíos y se sucedieron matanzas desenfrenadas en 1336 y 1339. Durante el Renacimiento, la prosperidad regresó a Alsacia bajo la administración de los Habsburgo.

Alsacia en 1789
Cuando las hostilidades en el conflicto denominado Guerra de los Treinta Años cesaron finalmente en 1648 con el Tratado de Westfalia, la soberanía de la mayor parte de Alsacia pasó a Francia. Las estipulaciones del Tratado con respecto a Alsacia fueron confusas. Ello determinó cierto grado de autonomía dentro del territorio. Francia consolidó su dominio en 1679 con los Tratados de Nimega y ocupó la ciudad de Estrasburgo en 1681. Estos cambios territoriales se vieron reforzados en el Tratado de Ryswick de 1697 que puso fin a la Guerra de la Gran Alianza. Sin embargo, Alsacia tiene una posición excepcional en el reino de Francia. El idioma alemán se sigue utilizando en el gobierno local, la escuela y en la educación. En la Universidad de Estrasburgo se continuó impartiendo clases en alemán y con la asistencia de los estudiantes procedentes de Alemania. El Edicto de Fontainebleau, que legalizó la represión al protestantismo francés, no se aplicó en Alsacia. En contraste con el resto de Francia, hubo una relativa tolerancia religiosa. Por otro lado, la aduana fronteriza francesa seguía en los Vosgos. Muchos Señores estaban bajo el dominio francés; no obstante, algunos de ellos podían seguir funcionando de manera más o menos autónoma y autogestionada. Por estas razones Alsacia quedó marcada por la cultura alemana y la orientación económica hacia Alemania hasta la Revolución Francesa. Hacia 1789, Alsacia era un conglomerado de territorios y feudos particulares.

Guerra Franco-prusiana
Tras la guerra franco-prusiana de 1870, la mayor parte de Alsacia junto con parte del territorio de Lorena, más tarde constituido en el departamento de Mosela, fueron anexionadas al Imperio Alemán, conformando el Territorio imperial de Alsacia y Lorena.

I Guerra Mundial
Alsacia formó parte de Alemania hasta el final de la Primera Guerra Mundial en 1918, cuando Alemania tuvo que cederla nuevamente a Francia.

II Guerra Mundial
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el territorio de Alsacia, que estaba defendido por el sistema de defensa fortificado de la Línea Maginot, pudo librarse de los principales combates de la Batalla de Francia, que se concentraron en torno a Sedán y la frontera belga.

Tras el armisticio y capitulación del ejército francés el 22 de junio de 1940, la región es anexionada al territorio del III Reich. Bajo la administración del imperio nacionalsocialista, el proceso consecuente de germanización impidió el retorno de mucha de la población previamente evacuada y provocó el exilio de miles más, que abandonan la región especialmente hacia el mediodía francés. La prohibición del francés, incluso de sus palabras asimiladas al dialecto, del uso de símbolos culturales franceses (la boina vasca) o la incorporación al Reichsarbeitsdienst (trabajo social del Estado) son algunas de las medidas impuestas hacia la población. Aquellos que se oponían a la germanización fueron encarcelados en el campo de reeducación de Schirmeck. En 1941 se abrió el campo de concentración de Struthof-Natzweiler. Otra medida de especial relevancia fue el reclutamiento forzoso desde 1942 a la Wehrmacht de unos 130 000 alsacianos, conocidos como los Malgré Nous (lit. A nuestro pesar).

Desde el otoño de 1944 se libraron duros combates en suelo alsaciano con la entrada en ella de las tropas argelinas y marroquíes de Francia: aunque la 2ª división blindada del general Leclerc tomó Estrasburgo el 23 de noviembre de 1944 y alcanzó el Rin, otras zonas de la región quedarán todavía ocupadas (bolsas) por los últimos efectivos del ejército nacionalsocialista en el momento de la rendición en mayo de 1945. El resultado de la Batalla de Alsacia fue la destrucción de numerosas poblaciones de la región, en especial en torno a las bolsas de Haguenau y Colmar.

Tras la reincorporación de Alsacia a la República francesa, se llevó a cabo un proceso de depuración que afectó hasta 1953 a unas 13.000 personas acusadas de colaboración con la "dictadura" nacionalsocialista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario